La vía pública es el espacio de tránsito en el que suelen ocurrir accidentes. Las causas de estos accidentes pueden ser de lo más variado. En ocasiones está relacionado con el estado de mantenimiento del espacio público, en otros por distracción del transeúnte o del conductor de un vehículo. En esta nota vamos a contarte a quiénes podes acudir para pedir ayuda si sufrís lesiones en la vía pública.
Consejos útiles en caso de sufrir lesiones en la vía pública
Cuando presenciamos un accidente en la vía pública, podemos dar distintos tipos de asistencia, dependiendo nuestro conocimiento al respecto. Depende del conocimiento que tenemos sobre auxilio porque es tan importante socorrer cómo evitar daños mayores al accidentado. Si contamos con poca información sobre primeros auxilios, en el afán de ayudar al lesionado podemos generar perjuicios innecesarios.
No es lo mismo asistir a una persona por una caída o resbalón, que a una víctima de un choque o colisión de tránsito. Un coche puede generar en una persona lesiones graves por un accidente de tránsito. Ante esta situación, la asistencia médica y de los servicios de emergencia no puede esperar. Un profesional especializado es quien debe atender a esa persona. El profesional especializado será quien defina cuáles son los primeros auxilios adecuados y si es necesario ser trasladado a un centro de mayor complejidad.
Es importante que un accidentado reciba asistencia inmediata, ya que esto contribuye en la recuperación de las lesiones que haya sufrido. Para poder asistir, tenemos que saber qué hacer y cómo. La asistencia mínima inmediata puede implicar distintas actividades desde llamar a una ambulancia hasta practicar ejercicios de respiración.
Si estamos entrenados para asistir sabemos cómo debemos actuar. Por otro lado, si no contamos con este conocimiento, lo mejor es llamar a los servicios de asistencia. Entre los principales servicios de asistencia se encuentran: los bomberos, las ambulancias y la policía. Por eso, es aconsejable tener estos teléfonos de emergencia agendados para convocarlos en casos de accidentes.
La cadena de supervivencia y primeros auxilios
Si somos capaces de identificar si se trata de lesiones leves, tenemos que evitar que estas lesiones empeoren. Parte de los primeros auxilios cuando hay lesiones graves es mantener con vida al lesionado hasta la llegada del personal de salud. El personal de asistencia sabe si es necesario mover o no al accidentado, puede detectar los signos vitales y el estado en el que se encuentra.
Es importante no dejar actuar a las personas que intervienen en la asistencia sin conocimiento y a los curiosos. Si bien no se debe dejar solo al herido, no se le puede mover, dar de comer o beber, ni dar medicación. Ante un accidente en la vía pública solo el personal de asistencia es el que debe actuar. Se conoce al procedimiento la “cadena de supervivencia” como el protocolo que se debe seguir en casos de una catástrofe o un accidente.
La cadena de supervivencia consiste en tres pasos:
1) Detectar una emergencia
2) Evaluar el nivel de gravedad
3) Dar la asistencia mínima al lesionado
Los socorristas saben que lo primordial es asistir, pero no provocar daños adicionales. Las premisas son evitar el pánico, mantener la calma, evitar que se presenten complicaciones o riesgos en el accidentado. Enviar riesgos en los presentes y en el mismo socorrista. Debemos dejarlos actuar y no interceder por ellos.
Una caída o un resbalón pueden tener como consecuencia una lesión mínima o grave. Todo dependerá de la condición de salud de la persona, sus antecedentes y su fragilidad actual. Una persona con diabetes requiere cuidados diferentes al que no tiene esa enfermedad. Lo mismo ocurre con una embarazada. En ocasiones lo único que podemos hacer es acompañar a la persona y solicitar ayuda a los servicios de emergencia.
Lo que no hay que hacer
Cuando ocurre un accidente en la vía pública, las víctimas tienen el derecho a recibir asistencia. Existe una obligación legal a socorrer a quien lo necesita por lesiones graves en accidentes de tránsito o lesiones leves. Por ley todos tenemos que proteger la integridad física, la salud y el derecho a la vida.
La ley cuenta con una normativa provincial y otra nacional en relación con la atención médica que deben recibir las personas cuando ocurre un accidente en la vía pública. De la misma manera, hay un protocolo a seguir para socorrer al lesionado cuidando su salud y la del propio socorrista.
Es importante tranquilizar a la persona lesionada, seguir los pasos indicados por la cadena de supervivencia y no dejarla sola. El socorrista debe procurar cierta higiene para evitar infecciones y utilizar material desechable. El material debe ser de un solo uso y no puede compartirse con otros lesionados. Otro de los cuidados del socorrista es no tener contacto directo con la sangre del accidentado.
La atención sanitaria es clave para reducir la aparición de daños adicionales. Quien está entrenado para asistir ante estos incidentes sabe que debe mantener caliente al lesionado, así como identificar el nivel de gravedad de las lesiones. Es quien sabe que si está inconsciente debe colocar a la persona en posición lateral y brindar la atención médica que requiere sin demoras.
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