Lo peligroso de un diagnóstico omitido

Si bien la medicina puede dar cuenta del funcionamiento del cuerpo humano y cuáles son los síntomas de una enfermedad, existen cuestiones particulares de cada organismo. Estas particularidades pueden obedecer a distintos factores: la edad, lesiones previas, enfermedades crónicas y alergias, por mencionar algunas. Por eso es de vital importancia contar con estudios antes de realizar una práctica. No contar con un diagnóstico o bien la omisión del mismo puede poner en peligro la vida del paciente.

¿Qué es un diagnóstico clínico?

Se trata de una herramienta de la que se valen los profesionales de la salud. El diagnóstico es un reporte o informe en el cual el profesional puede conocer el estado de salud actual de un paciente. A través de este proceso, se pueden identificar alergias, enfermedades, intoxicaciones, bacterias y valores anormales de distintos indicadores.

Para la realización de una terapia, tratamiento o cirugía, los profesionales deben realizar una serie de estudios previos. Entre esos estudios podemos mencionar diagnósticos clínicos y exploraciones complementarias capaces de establecer el estado de salud actual del paciente. La importancia radica en poder determinar si el paciente se encuentra en condiciones físicas y/ o clínicas capaces de afrontar un determinado tratamiento.

Imaginemos que para resolver un problema de salud, se indica realizar una cirugía. Lo más probable es que los profesionales que vayan a intervenir soliciten algunos estudios previos tales como análisis clínicos y un electrocardiograma apto para cirugía. De esta manera, pueden saber si el organismo del paciente está en condiciones de someterse a la operación. 

Si los indicadores de estos estudios dieran valores anormales (exagerados o por debajo de lo normal), los profesionales deberán sugerir tratamientos para corregir esas anomalías. Luego deberán repetir los estudios para conocer cuáles son los resultados y si es posible realizar la cirugía o no. 

Lo citado sirve a modo de ejemplo para poder pensar juntos en un escenario en el que todos estas herramientas entran en juego. Ahora pensemos, ¿Qué ocurriría si no se hicieran estos estudios previos? Y peor aún, si contando con estos estudios, los resultados del diagnóstico no fueran tenidos en cuenta y se realiza la cirugía? 

¿Cuál es el riesgo de omitir un diagnóstico clínico?

El riesgo siempre es la salud y, en algunos casos, la vida del paciente. Por eso, no es recomendable realizar tratamientos o terapias sin contar con estudios clínicos previos. Esto es independiente de si el paciente ya tiene una historia clínica con el profesional de la salud o bien es la primera vez que se atiende con el profesional.

Cuando el paciente expresa en la consulta que tiene lesiones o enfermedades crónicas deben realizarse los estudios previos que correspondan en cada caso. Lo mismo si el paciente no manifiesta o no sabe que es portador de una enfermedad o algún cuadro desfavorable para determinados tratamientos. 

Si bien, se pueden detectar visiblemente síntomas de algunas enfermedades o infecciones; hay casos en los que las personas no presentan síntomas evidentes. En esos casos, la única manera de detectarlos es mediante un análisis clínico o algún otro tipo de estudio relevante. 

Podría ocurrir que el paciente no pueda acceder a la realización de estos estudios porque en la sala de atención médica es de primeros auxilios y está preparada para dar atención primaria. Algunos estudios son más complejos que otros y pueden requerir de equipos específicos. En ese caso, el paciente recibirá la atención que se pueda dispensar en ese espacio y seguramente, se le recomendará la asistencia y revisión en un centro de mayor complejidad.

Tipos de mala praxis médica

Cabe destacar, que existe un protocolo médico de atención dependiendo de la complejidad del cuadro de salud que presente el paciente. Presentamos un ejemplo. En una sala de primeros auxilios y de atención primaria, pueden tomar la presión sanguínea de una persona, pero no pueden realizar la extracción de sangre para realizar análisis clínicos. Esto último se deberá hacer en un laboratorio privado o de un hospital.

Teniendo conocimiento de estos procedimientos, si el personal de salud médica no cumple con los protocolos mínimos de atención a un paciente y como consecuencia se le genera una lesión, es posible que se trate de una mala praxis médica. Nuevamente, por no contar con un diagnóstico clínico o bien omitirlo, la salud del paciente es la que está en riesgo. Una infección que se disemina en el organismo generando una lesión podría ser un ejemplo de mala praxis. 

Para poder determinar si hubo o no mala praxis, se debe contar con la revisión del caso por parte de un perito médico de la misma especialidad. Esto significa que la mala praxis debe ser comprobada por un especialista. No todos los profesionales de la salud están capacitados para realizar ese peritaje. Si querés conocer más sobre cuáles son los riesgos de mala praxis, podés leerlo en esta nota

Detallamos a continuación algunos tipos de mala praxis médica:

– Falta de consentimiento del paciente para la realización de una práctica médica

– No contar con los estudios correspondientes

– Aplicar un tratamiento innecesario o equivocado

. Exponer al paciente a errores de tratamiento o cirugía

– Falta de controles y de seguimiento del tratamiento

– No contar con análisis en el historial médico

– Prescribir medicamentos erróneos o innecesarios

La negligencia médica se refiere a la falta de cumplimiento de los protocolos de salud existentes para cada caso. No prestar atención a estos procedimientos, puede desencadenar lesiones, enfermedades, deterioros y daños que se podrían haber evitado. Es importante aclarar que la mala praxis médica no siempre es consecuencia de la pérdida de vida de un paciente, aunque en algunos casos sí lo es. 


Si tenés una lesión o deterioro como consecuencia de una mala atención médica, podés comunicarte con nosotros para que podamos revisar el caso. Contamos con médicos peritos capacitados para analizar distintas situaciones y poder determinar si lo que te sucedió es producto de una mala praxis médico o no. Llamamos al 011-5246-5000. Atendemos las 24 horas.


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